En el caso de Hermosillo, “La Sauceda” existe el registro histórico de que en esa laguna perdieron la vida decenas de osados jóvenes que iban allí a pasar un rato agradable bañándose en sus peligrosas aguas. Siempre estuvo abandonado ese lugar por las autoridades municipales y, si acaso hubo alguna preocupación por evitar que chicos y grandes allí se ahogaran, se puede resumir en un pichurriento letrero donde se leía: ¡Cuidado! Por increíble que parezca.
Fue hasta en el sexenio de Manlio Fabio Beltrones, que ese lugar vio sus mejores días, al construirse allí todo un complejo para que las familias de la localidad, de todo el estado y visitantes, acudieran allí a pasar momentos de sano esparcimiento y hasta disfrutar de eventos culturales. Todo un éxito.
Pero, desde 1997 a la fecha, no se volvió a saber que hubiera intenciones, planes, proyectos, o lo que fuera necesario para mantener ese espacio como en sus mejores épocas. Y al irse deteriorando poco a poco por el abandono y el vandalismo, nadie se preocupó tampoco en serio por devolverle su función de parque recreativo el cual, junto con el Centro Ecológico de Sonora, construido por el Gobernador Samuel Ocaña García (1979-1985) llegaron a ser dos orgullos de los hermosillenses.
Al contrario, lo dejaron sumirse cada vez más en el deterioro, hasta llegar a ser el nido de malvivientes que allí se reúnen para destrozar impunemente lo que de muy bien corazón, grupos de voluntarios han logrado rescatar para que la niñez pueda acudir a divertirse. Por increíble que parezca.
Hermosillo, pues, la orgullosa capital de Sonora, no tiene un lugar al que se le pueda llamar un área para el disfrute en familia.
En cuanto a Ciudad Obregón, si bien a la “Laguna del Náinari” no se le ha hecho grana cosa desde su construcción en 1956, lo que revela el poco interés en lograr un desarrollo familiar mejor equipado con la infraestructura adecuada para este fin, hay que reconocer que cuando menos las administraciones municipales NO lo han dejado morir como sucedió con “La Sauceda”.
Pero, lo que es definitivo es que ambos espacios pudieron haber tenido mejor suerte que la que hasta ahora les ha tocado. Sin duda, ello tiene relación directa con el rezago que llegaron a presentar ambas ciudades con respecto a otras plazas, no solo de la región noroeste, sino a nivel nacional, donde las clases pudientes locales han demostrado con creces, tener una visión “muy distinta”, digámoslo de esa forma, a la de sus homólogos sonorenses. Pero ahí no hay nada por hacer ni decir.
Por eso es realmente fabuloso que el Presidente Andrés Manuel López Obrador haya aceptado el plan de rescate de “La Sauceda” y la “Laguna del Náinari” que le mostró el Gobernador Alfonso Durazo, durante su más reciente visita a Sonora, en donde anduvo por el sur, la sierra y la costa, anunciado a diestra y siniestra entrega y construcción de obras hospitalarias, de caminos, de agua potable, de reparto de tierras y demás, todas acciones beneficiosas para los sonorenses, principalmente para las etnias Yaqui, Mayo, Guaijíos y Seris.
Pero, sin duda, realmente entusiasmó al mandatario estatal que que López Obrador aceptara transformar esos dos espacios en Hermosillo y Ciudad Obregón, además de construir una Ciudad Universitaria allá en el corazón del municipio de Cajeme.
En su ya acostumbrada conferencia de los martes, el gobernador Durazo expuso que en el proyecto de rescate de “La Sauceda”, que puede llegar a ser el equivalente del Parque Chapultepec de la CDMX, se prevé también la creación de un parque lineal desde el ejido “La Victoria” hasta el Vado del Río, donde se invertirá un total de 395 millones de pesos.
Tiene toda la razón el Gobernador Alfonso Durazo cuando dice que “La Sauceda” se convertiría en un parque “de excepción” para el esparcimiento gratuito de la población, circunstancia ésta última (la gratuidad) que, a su juicio, ayuda a la gobernabilidad. “Parecería que no; pero cuando la gente tiene acceso a esparcimiento, también puede ser, puede convertirse en un mejor ciudadano, y ese es el objetivo".
En lo que respecta a Ciudad Obregón, el rescate de la “Laguna del Náinari” y la construcción de la Ciudad Universitaria, representan una inversión de 395 millones de pesos y 525 millones de pesos, respectivamente. Estas obras serán de un gran atractivo turístico el cual, por cierto, ya lo tiene ese espejo de agua; pero como muchas cosas, está atado por la estrechez de visión de algunos sectores.
La verdad de las cosas, en cuanto a “La Sauceda”, cada vez que ha sido época electoral, a los candidatos les ha dado por prometer que se rescatará ese emblemático e histórico espacio recreativo hermosillense; pero hasta la fecha, solo uno lo ha cumplido. Lo mencionamos líneas arriba.
Dice Alfonso Durazo que a él, como gobernador, le toca abrir puertas, gestionar recursos, mover cielo, mar y tierra para que se puedan ir “acomodando las fichas” hasta lograr beneficios para Sonora; y que a sus colaboradores les corresponde que esas obras se hagan bien.
Ojalá que Durazo “no suelte” al Presidente López Obrador, para que se concreten lo más rápido posible los recursos para estos tres proyectos. En otras palabras, que no queden solo en promesas de campaña (la que despliega AMLO de forma permanente) porque, entonces, quedaría igual que todos aquellos candidatos a los que hemos escuchado y solo nos han jugado el dedo en la boca, asegurando que van a rescatar esos valiosos espacios familiares y sus promesas han quedado en el olvido. Tocamos madera para que eso no suceda.
SSSSSSSS… Pues ayer el CEN del PRI publicó la tan ansiada convocatoria para la elección de la próxima dirigencia estatal del tricolor en la entidad, con la que se sustituirá a Ernesto De Lucas Hopkins y a ZKitty Gutiérrez Mazón en la presidencia y secretaría general del CDE sonorense.
Entre los suspirantes formales se encuentran Bulmaro Pacheco, Onésimo Aguilera, Humberto Robles Pompa, Zaira Fernández, Pascual Soto, Rogelio Díaz Brown, Emeterio Ochoa, Pedro Ángel Contreras y David Palafox; pero, como en cualquier justa, son muy pocos los que tienen posibilidades de llegar.
Se menciona entre esos poquísimos finalistas a Pascual Soto Espinoza, a quien muchos no le veían tamaños para llegar a encabezar al priismo sonorense, y menos –según esos dichos- en esta etapa tan dura y difícil para ex partidazo. Pero ahí está dando la pelea.
Dicen algunos enterados que Pascual, no obstante su juventud, logró acaparar la atención de muchos de los consejeros tricolores los cuales, como se sabe, están muy conscientes de que el PRI necesita oxigenarse, no solo con nuevas caras sino, principalmente, con otras estrategias.
Mire. Pascual Soto es ya un “viejo conocido” en los comités municipales, entre dirigentes y hasta de los mismos consejeros, por la sencilla razón de que ha hecho mucho “trabajo de tierra”, donde le han escuchado sus propuestas y donde les ha parecido un perfil auténtico, con sólidas convicciones priistas. Tan sencillo como eso.
De acuerdo con la convocatoria emitida ayer, en Sonora será el 3 de junio el registro de los aspirantes, quienes tendrán del 5 al 21 de junio para realizar proselitismo, y el 24 de junio se realizarán las asambleas municipales.
Vaya preparándose para ser testigo de un muy buen episodio de la política sonorense, en la que se definirá no solo a los próximos presidente y secretario general del CDE del PRI en la entidad, sino que veremos quién -o quiénes- se podrían convertir en enemigos de su propio partido.
SSSSSSSS… Siguen imparables las masacres en el país, aunque no se den cuenta de ellas en Palacio Nacional. Si los muertos acumulados se ubicaran en Europa Central, donde se desarrolla la invasión de Putin a Ucrania, aquello sería considerado como un holocausto.