La llegada de un nuevo fiscal fogueado en las “Ligas Mayores” de la seguridad pública nacional como lo es Gustavo Rómulo Salas Chávez, abre la esperanza en Sonora de que habrá una firme procuración de justicia y se abatirá la impunidad en todos los niveles no solo contra el crimen organizado.
La destacada trayectoria de Rómulo Salas en el CISEN y en la Fiscalía General de la República, así como en otras entidades en áreas de procuración de justicia “lo pintan” como un “Fiscal de Hierro” o de “mano dura”, por lo que tiene que dar resultados en Sonora para responder a la confianza depositada en su persona por el gobernador Alfonso Durazo Montaño, con quien ya colaboraba como secretario técnico en la Mesa Estatal de Seguridad Pública.
Aun cuando el nuevo fiscal es originario de Chiapas y su participación en seguridad pública fue en el centro del País desarraigado de Sonora, en los dos años de permanencia en la entidad estando a cargo de la alta responsabilidad de la coordinación de la Mesa de Seguridad donde cada día representantes de los tres niveles de gobierno analizan el estado de guarda la entidad en materia de seguridad, lo hacen tener una radiografía exacta de las actividades de los diversos grupos delincuenciales que ya están arraigados en estas tierras y otros foráneos que luchan por la plaza.
Además, me imagino que Rómulo Salas a su paso por el Cisen y la Fiscalía General de la República sabe quién es quién en Sonora en el crimen organizado, lo cual le facilita la posibilidad de lograr pacificar la entidad, que es el deseo de todos los sonorenses que ya están hartos de “la ola de violencia aislada pero frecuente” en algunos municipios ya focalizados de alta incidencia de carteles de la droga como Cajeme, Guaymas-Empalme, Caborca, Nogales, Magdalena y Hermosillo.
Apenas el pasado fin de semana el Congreso del Estado aprobó por unanimidad la propuesta del gobernador Durazo de que Rómulo Salas sea el relevo en la fiscalía de Claudia Indira Contreras Córdova, y horas después le tomó la protesta de ley, para que inicie una nueva etapa en la procuración de justicia estatal.
Los sonorenses esperan resultados del “Fiscal de Hierro”, y no es que Claudia Indira lo haya hecho mal, sino que puso las bases de un desarrollo institucional en materia de procuración de justicia pues sabía como hacerlo al pasar casi tres décadas en esa dependencia, pero los logros son insuficientes ante una ola delincuencial interminable, razón por la que se necesitaba una nueva visión y una limpia en la Fiscalía General de Justicia de Sonora para romper las inercias, abulia y complicidades, empezando por poner orden en casa con los agentes del Ministerio Público que mantienen un alto rezago de expedientes de investigación criminal generando impunidad y con ello corrupción por ineficiencia como lo denunció la Comisión Estatal de los Derechos Humanos con 15 recomendaciones, y hasta periodistas del sur de la entidad afectados por una viciada procuración de justicia.
Y aunque Rómulo Salas lleva a la fiscalía en un momento en que los índices de inseguridad en Sonora, siendo la baja más notable del 36.13 por ciento en homicidios dolosos, no se puede confiar deberá de reforzar el trabajo coordinado en la Mesa de Seguridad Pública con los tres niveles de gobierno, y sobre todo coordinarse con la titular de Seguridad Pública estatal María Dolores del Río Sánchez, con quien no se ha reunido o al menos no de manera pública.
Al nuevo fiscal estatal le urge una reunión pública con la secretaria de Seguridad María Dolores del Río Sánchez, para despejar cualquier duda de distanciamiento y de diferencias en las estrategias para combatir a la delincuencia.
Por si no lo sabe Rómulo Salas, en Sonora ha sido casi normal la sana distancia entre el titular de la procuraduría o fiscalía estatal y el titular de Seguridad, lo cual ha afectado el accionar en el combate a la delincuencia.
De igual forma, el nuevo fiscal deberá de reunirse con los alcaldes de Sonora de distintos colores para poner las cartas sobre la mesa de la urgente coordinación, y la limpia de las corporaciones policiacas, además de ampliar el mando único policiaco en los municipios.
El gobernador Durazo luego de la toma de protesta al nuevo fiscal Rómulo Salas, destacó su profesionalismo y trayectoria impecable, pero advirtió que su principal reto es combatir la impunidad.
“El reto de todas las instituciones de procuración de justicia es combatir la impunidad, que cuando haya un hecho delictivo, un presunto hecho delictivo, la fiscalía tiene que sustentarlo, probarlo ante el juez y presentar a las y los presuntos responsables ante la justicia.
El reto es que todo aquel que cometa un hecho ilícito en el estado, pequeño o grande, reciba la sanción correspondiente que merece”, dijo el gobernador Durazo.
Desde luego se tiene que enfrentar en serio a la delincuencia organizada y “desorganizada” como bien lo advirtió Durazo perseguir un delito pequeño o grande con igual intensidad, pero le recomendamos al Fiscal de Hierro que no caiga en efectos mediáticos ramplones de anunciar con bombo y platillo que “la trilogía investigadora” y un convoy de agentes irán a Ures o a otro municipio a atrapar a un “mataperros”, o montar un espectáculo o show argumentando que “por primera vez en la historia de Sonora” un perro boxer apodado “El Chato”, que sufrió maltrato de su dueña en Etchojoa, y que como víctima (hasta eso sin vendajes, ni muletas, ni pruebas visibles de la golpiza o maltrato) estuvo presente en una audiencia judicial, donde el perruno Agente del Ministerio Público formuló imputaciones y ante la contundencia de las pruebas aportadas, un Juez vinculó a proceso a Juana “N” propietaria del can agredido, a quien (a la dueña no al perro) le prohibieron salir de Sonora, y ya casi le ponían brazalete electrónico y la boletinaban a la Interpol y a la comunidad internacional como maltratadora de animales.
“El nuevo fiscal es un hombre de una pieza, un hombre sumamente comprometido y creo que difícilmente pudiéramos encontrar un perfil profesional más completo”, señaló el gobernador Durazo dándole el espaldarazo de bienvenida a las tareas de procuración de justicia donde ya debe de empezar a dar resultados, pero primero debe de cambiar lo que no funcionó en la fiscalía estatal para no arrastrar lastres del pasado.
Por lo pronto, ignoro si por los buenos oficios del nuevo fiscal, pero Rómulo Salas llega sin la presión mediática por la desaparición en Arivechi, de la Madre Buscadora quien rastreaba a su marido desaparecido por grupos criminales, Yesenia Guadalupe Durazo Cota, a quien un comando armado la privó de su libertad el pasado 21 de mayo en la plaza del pueblo, pero una vez interpuesta dos días después la denuncia oficial ante la fiscalía reapareció sana y salva en su casa al ser devuelta por sus captores. (g_navarro_ruiz@hotmail.com)