Don Quijote cabalga de nuevo
No creo que el buen amigo y mejor gobernador @AlfonsoDurazo no lo sepa, y esté molesto por algo o con alguien. En adelante opera la cargada, pues el nominado será quien dispense para 2027-2030 nominaciones, cargos a la clase política y contratos de obras, adquisición de bienes y prestación de servicios a la clase empresarial.
El binomio, escritorio-territorio. – Los actos en los que intervenga el gobernador deben ser exclusivos, y los eventos a los que sea invitado deben realizarse en ambientes controlados y con presidiums previamente consensuados.
Difusión y divulgación. – En relación con las actividades y obras de gobierno local y federal, los funcionarios deben ser oportunos y veraces; deben cuidar la calidad y la pertinencia de la información que presentan; deben evitar la sobreexposición personal. Sin embargo, y ante las alusiones personales o los infundios, no deben dejar pasar la oportunidad de efectuar las necesarias aclaraciones y réplicas en las redes sociales.
Tal vez hubo un erróneo manejo de agenda por parte de la CANADEVI, pues debieron incluir en el presidium del evento en la capital del estado al alcalde de Cajeme, Javier Lamarque, ya que, de no ser así, el gobernador, con justa razón —pues él tiene derecho a vetar la agenda— bien podría haber optado por enviar un representante.
No hay nada nuevo bajo el sol. He presenciado las sucesiones de los exgobernadores Rodolfo Félix Valdés (1991), Manlio Fabio Beltrones (1997), Armando López Nogales (2003), Eduardo Bours Castelo (2009), Guillermo Padrés Elías (2015) y Claudia Pavlovich (2021). Todas han sido casi lo mismo, así que no creo que sea diferente la de Alfonso Durazo en 2027.
En realidad, técnicamente opera mejor la frase “muerto el rey, viva el rey”. Es una expresión tradicional de sucesión monárquica que proclama la muerte del monarca anterior y la inmediata ascensión de su sucesor, asegurando la continuidad del poder y evitando un vacío de poder.
Lo que todo gobernador debe saber sobre la conclusión del sexenio.
Extrapolación de la frase francesa que fue expresada en el reinado de Carlos VII. Estaba dirigida a los delfines, favoritos, nominados, destapados, exaltados. La institución seguía, pero había un nuevo titular y monarca, que traería consigo a su nuevo y propio petit comité.
La frase se utiliza en contextos ceremoniales y simbólicos para señalar la perpetuidad de la institución de la corona, más allá de la vida de un individuo. Coloquialmente, puede referirse a la rapidez con la que se reemplazan personas en puestos vacantes.
Evitar debates y polémicas. Lenta, tenuemente, se apagarán las luces. De aquí en adelante, el foco de atención lo tienen los nominados, el retador —que es el alcalde de Hermosillo, Antonio Astiazarán— y el puntero u oficial, alcalde de Cajeme, Javier Lamarque. Así que todos los políticos, in and outs, incluyendo al propio señor gobernador, discretamente salen de la escena.
No pasa nada, nada malo. – Todos los funcionarios, sin excepción, deben ser muy selectivos para definir los actos y eventos a los que deben asistir, con el fin de no herir susceptibilidades.
El gobernador es jefe de Estado y de Gobierno. – Es obvio que Alfonso Durazo debe optar por reservarse, para no herir susceptibilidades de sus aprensivos correligionarios de @MorenaenSonora. Hacer algún tipo de distinción al ameritado y destacado alcalde de Hermosillo sería tanto como prodigarle un espaldarazo. De por sí, la gente sabe de la excelente relación personal y política que guardan Alfonso y el Toño. Saque usted, amable lector, sus propias conclusiones.


