La aprobación y aplicación de aranceles de hasta 50 por ciento a la importación de vehículos chinos, además de elevar precios podría sacar de mercado a al menos la mitad de marcas chinas con operaciones en el país, consideró Gerardo Gómez, director general de J.D. Power México.
Tras la presentación de un estudio de satisfacción del cliente, el directivo dijo que aunque un arancel de este tipo está en cabildeo y dependerá de las relaciones comerciales con China, de aplicarse el más afectado será el consumidor final por los precios, al limitarse la oferta y pagar las tarifas.
“De que nos van a impactar, nos van a impactar, pero vamos a depender de la capacidad estratégica de la planta y eficiencia para ver qué es lo que nos traslada al consumidor, pero si va a haber un impacto, no hay forma de que mantengan el precio”, comentó.
Por otro lado, señaló que en el país existen poco más de 30 marcas chinas de autos que se encuentran operando, algunas sin reportar sus ventas, que podrían verse afectadas si se llega a concretar un arancel contra China.
“Sin los aranceles, el análisis que nosotros habíamos visto es que muchas de estas marcas que son pequeñas tendrán que generar alianzas estratégicas para poderse mantener, unas tendrán que salir del mercado, incluso hemos visto unas que llegan, abren puertas y a los dos meses ya no están porque no traen un plan sólido y no conocen el mercado”, comentó.
En ese sentido destacó que de aplicarse el arancel de hasta 50 por ciento, al menos la mitad de las más de 30 marcas chinas se quedarán en el mercado mexicano y el resto no sobrevivirá.
De acuerdo con un estudio de J.D. Power, las marcas chinas son las que mejor satisfacción dejan a sus clientes al momento de pagar servicios, por lo que deberán enfrentar cambios para subsistir en el país.