Totalmente incongruente el tÃtulo de esta columna, pero con toda la intención. ¿Por qué es incongruente que la palabra gobierno y consciencia estén juntas en el mismo enunciado? Bueno, en Occidente, en teorÃa vivimos en democracia donde el poder emana del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. En teorÃa, los gobernantes son servidores de este pueblo… Ya se empieza a notar la incongruencia, ¿verdad? Como que no embona la palabra conciencia con la palabra gobierno.
El término se relaciona más con mandato. De hecho, asà es como nos referimos al lapso de tiempo que un presidente (que viene de presidir) dura en el cargo… "Durante el mandato de…". Es decir, manda, ordena, etc. Es el jefe de la nación, el jefe supremo de las fuerzas armadas. Y asÃ, esto se decanta hacia abajo en el organigrama de la estructura de mando de todo el cuerpo de gobierno, que se subdivide en federal, estatal y municipal, que, por simplificarlo, lo dejaré hasta ahÃ.
Es curioso por eso que nos digan que son servidores públicos y que trabajan sirviendo al pueblo, mientras se comportan como jefes, gobernantes de quienes se supone deben servir. Tal vez esa es la esencia de donde proviene la decadencia de la democracia, cuya definición etimológica proviene del griego antiguo demokratÃa, compuesta por las palabras demos ('pueblo') y kratos ('poder' o 'gobierno'), que se traduce como ‘el poder del pueblo’. ¿Poder del pueblo? ¿Cuál? Es solo teorÃa y no práctica. Solo se queda en el discurso en todos los paÃses 'democráticos'.
Sin entrar en los escándalos de corrupción que se han salido a la luz históricamente y los que están saliendo, para la gente común, cada vez menos sentido le vemos ir a votar, porque de algunos años para acá nos hemos estado viendo en la necesidad de votar por el menos peor de los candidatos en todos los niveles. Esto es, en parte, por lo que el pueblo ha venido tomando consciencia de que la famosa democracia es un jueguito, un espejismo creado por los 'poderosos' para jugarnos el dedo en la boca al pueblo; donde la clase gobernante finge luchar entre bandos y no se les cae del discurso la frasecita de 'Ahora viene el cambio'. Ese pinche cambio ha ido y venido tantas veces en el tiempo y todo sigue, no solo igual, sino peor.
En Estados Unidos, la nación que más enarbola la democracia, el engaño ha sido muchÃsimo mayor, porque, de acuerdo a su sistema de votación, no son los votos directos los que hacen ganar una elección a un candidato, sino algo que llaman votos electorales, que, simplificando mucho la explicación, serÃan los votos de grupos de poder en cada estado. Es decir, gana el puesto aquel seleccionado por determinados intereses y el voto del pueblo es puro show.
Pero, como dije, la gente ya estamos tomando consciencia y, conforme lo hacemos, la democracia se dirige tal vez a su final, mientras los 'poderosos' y la subclase gobernante empleada por ellos se encuentran cegados e inconscientes de esto, y como siempre han abusado sin problema de la gente común, nos ven como esos tontos fáciles de engañar y simplemente no pueden darse cuenta de que esas gentes comunes ya están abriendo los ojos. Se están perdiendo en la inconsciencia del cambio de los tiempos, a tal grado que ahora se expresan tan obvios en su decadencia que se exhiben más y más. Son lobos que perdieron la piel de ovejas que traÃan encima.
Si jugamos con esa corriente que implantaron de 'lo polÃticamente correcto', no deberÃan nombrarse como gobernantes, sino como administradores, es decir, en vez de presidente o primer ministro del paÃs en cuestión, deberÃa nombrarse como administrador federal, en vez de gobernador, administrador estatal y, por último, el administrador municipal por alcalde. O sea, para tener más congruencia con lo de servidores públicos. Ya el tema de que en el actuar también sean congruentes, creo que han demostrado su verdadera naturaleza y que esta no es para nada afÃn con el perfil de esos puestos.
En fin, esto que les comento es más que nada un ejercicio mental de analizar estos tiempos en los que en el planeta el sistema se desmorona y la solución que creen que deben implementar esos poderosos y sus gobernantes de turno es la de aumentar el control sobre la gente y, entre más aprietan, más resistencia van a generar, hasta que lleguemos al punto en el que sus elementos policiales y militares tomen consciencia por su cuenta de que todos ellos provienen del pueblo al que los 'poderosos' y sus gobernantes de turno desprecian tan profundamente.
Cada vez es más obvio cómo se nos considera estúpidos, que nos tragaremos sus mentiras cada vez más infantiles. Por todo esto es que pienso en lo tan incongruente del tÃtulo que le otorgué al presente escrito, 'Gobierno con consciencia'… No tienen la más mÃnima conciencia y, por ende, son totalmente incongruentes.
1CP