Archivo Confidencial
El asesinato de Ximena Guzmán Cuevas y José Muñoz Vega, colaboradores cercanos de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, plantea preguntas sobre el móvil. El modus operandi se parece al atentado contra Ciro Gómez Leyva pues el hecho denosta planeación y ejecución de profesionales de primer nivel.
Veamos.
1: Un mensaje político.
Los carteles son conocidos por su violencia y han ejecutado ataques en la CDMX como el intento de asesinato de Omar García Harfuch en 2020. Estos asesinatos podrían ser una advertencia a Brugada. Martha Ávila lo llamó un "claro mensaje" a Morena pues operativos recientes contra jefes de plaza de diferentes grupos sugieren una represalia directa.
2: Disputa entre cárteles
Con 62 bandas delictivas y siete carteles en la CDMX, según la SSC, algún grupo delincuencial pudo verse favorecido, incluso tácitamente por sobre otro. Entonces el asesinato sería un "llamado de atención." El ataque público sugiere un mensaje amplio, pero esa fragmentación criminal complica atribuir los asesinatos a una organización en específico.
3: Crimen pasional
Un conflicto sentimental podría explicar el ataque focalizado. Guzmán y Muñoz, cercanos a Brugada, podrían haber sido víctimas de celos o venganza personal. Sin embargo, la planificación profesional y la visibilidad del ataque apuntan al crimen organizado.
4: Bloqueo de acceso a Brugada
Ximena, como secretaria particular, (y la primera en ser asesinada y en ese marco Muñoz sería daño colateral), controlaba la agenda coordinando citas, reuniones y accesos a la jefa de Gobierno. Este puesto le otorgaba un control significativo sobre quién podía acercarse a Brugada, incluyendo la posibilidad de filtrar o rechazar solicitudes de reuniones con personas vinculadas al crimen organizado, pero los narcos tienen la sobrada capacidad de hacer llegar su mensaje a cualquiera, de allí que atacar a una funcionaria administrativa es poco probable.
5: Venganza por decisiones políticas
Guzmán y Muñoz podrían haber influido en políticas que afectaron al crimen organizado, como en Iztapalapa. El ataque sugiere un objetivo específico, pero no hay evidencia de decisiones concretas. Un mensaje político al gobierno parece más probable que una venganza por acciones administrativas específicas.
6: Error de identificación
El sicario pudo haber confundido a las víctimas con otros objetivos, como funcionarios de mayor rango. La rapidez del ataque apoya esta idea, pero la precisión contra Guzmán y Muñoz la debilita. Un error mitigaría el impacto político, pero expondría la inseguridad en la CDMX.
7: Intimidación electoral
El crimen podría buscar debilitar a Morena en la CDMX para futuros comicios (2027). Un actor político opositor con nexos criminales podría estar detrás. La lejanía de las elecciones y la falta de evidencia hacen esta hipótesis especulativa, pero alimentaría la polarización política.
8: Conflicto interno en Morena
Tensiones dentro de Morena podrían haber marcado a Guzmán y Muñoz como obstáculos para una facción rival. El crimen organizado pudo ser contratado, pero no hay reportes de conflictos internos específicos. Un ataque así sería políticamente devastador para Morena, reduciendo su probabilidad.
9: Extorsión fallida
El asesinato podría responder a una extorsión fallida contra Guzmán, Muñoz o aliados de Brugada. El ataque público podría ser un mensaje a terceros para cumplir demandas. La falta de reportes de extorsión directa y el modus operandi profesional sugieren un móvil político más amplio pues no hay antecedentes de haber sido amenazados con anterioridad.
10: Desestabilización externa
Actores externos, como el Tren de Aragua, podrían buscar desestabilizar la CDMX para afectar a su competencia, pero el modus operandi coincide en que no fueron actores foráneos lo que debilita esta hipótesis.
Las implicaciones políticas arrojan tres aspectos preponderantes:
a).- El hecho es que el asesinato sacude la narrativa de seguridad de Morena y de la misma presidenta. b).- La CDMX, bastión del partido, enfrenta una percepción de vulnerabilidad por la facilidad para cometer el hecho. Y c).- La oposición podría acusar a los políticos morenistas de colusión o incapacidad ampliando el concepto de "narco estado" e intensificando la polarización existente.
Conocido es que el narco, metido en aspectos político-electorales, busca establecer más poderío en el ámbito de gobierno lo que recuerda aquella ocasión en la que la gobernadora yucateca Ivvone Ortega (2007-2012) recibió el mensaje de los Zetas: "Tú quédate con el día y nosotros con la noche" que sacó a relucir esa predisposición del crimen organizado y obligó a la mandataria a colocar a un general como jefa de seguridad.
En la CDMX, el asesinato es un desafío directo a Brugada, más violento que la advertencia verbal en Yucatán. Ambos casos muestran la lucha del crimen organizado por controlar la gobernabilidad.
Hay un punto que hay que destacar: esta violencia, a un día de llegar de EU como embajador a México, refuerza en Ronald Johnson la misión que le encargó el presidente Trump. Tanto Sheinbaum como Harfuch la tienen cuesta arriba y les urge resolver este crimen para demostrar efectividad pues sus acciones y resultados contra el crimen organizado en el país, después de esto y durante los siguientes días, será un discurso que no se mencionará en las mañaneras.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorando en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de "CEO", Consultoría Especializada en Organizaciones...
Correo electrónico: archivoconfidencial@hotmail.com Twitter: @Archivoconfiden
https://www.facebook.com/armando.vazquez.3304